jueves, 28 de enero de 2010

Cruzada Teatral en Cuba

Arte necesario en estos tiempos de poca fe


Por Maie Lopez

Cada 28 de enero con motivo al natalicio y digno homenaje al apóstol José Martí en la pequeña Isla de Cuba, La Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa asalta las serranías de la más oriental de las provincias cubanas; durante 34 días el público tendrá un encuentro con teatreros de todo el país y de otras regiones del mundo.


La iniciativa surge hace ya 20 años para enriquecer la vida cultural de los pobladores de esas regiones intrincadas en medio de difíciles condiciones. Era necesario encontrar respuestas creadoras, pues existía carencia de espacios y otros elementos fundamentales para la creación teatral. Por esta razón surge en el seno de Grupo Teatro Guiñol de la provincia de Guantánamo la idea de recorrer parte de las serranías llevando el teatro a cinco de los municipios más montañosos de dicha provincia.


La cruzada teatral Guantánamo-Baracoa es todo un movimiento cultural que se caracteriza por no necesitar cómodas condiciones, sino las imprescindibles para la vida en campaña y realizar los espectáculos, acordes a las particularidades del trabajo comunitario en las montañas.

Este año se editara un libro de fotografía y anécdotas contadas por sus integrantes, se recordaran los espectáculos de ediciones pasadas, todo en aras de conmemorar sus 20 años de existencia y permanencia.


Teatro Itinerante basado en el pensamiento de José Martí, quien condenó en su Manifiesto de 1895, la concentración de la cultura en las ciudades
La vida en la Cruzada comienza desde temprano con los talleres de apreciación y creación artística, las funciones en escuelas y otros sitios y los espectáculos nocturnos, pues algunos de los objetivos del evento son: ayudar al desarrollo de gusto estético, capacidad de apreciación y creación artística en pobladores de las montañas, abrir y mantener nuevos espacios en el area de la investigación, aprovechar el espacio para la confrontación de experiencias que permitan una superación a los participantes, entre otros.


Una muestra del prestigio alcanzado por este proyecto es que junto a los anfitriones se suman nuevos amigos como Nuestra Gente, luz de Luna de Colombia y otros países, además agrupaciones del resto del territorio cubano.


Cada año realizan en aproximadamente 35 días una travesía de 400 kilómetros por las escarpadas zonas del macizo montañoso Nipe-Sagua –Baracoa, ofreciendo más de dos centenares de actuaciones en más de ciento cincuenta localidades

“Aunque tenemos 15 años de quehacer en los barrios de Colombia vinimos aquí para recibir las experiencias de la Cruzada porque consideramos que es el ejemplo vivo de cómo debe ser el teatro itinerante” - opina Luz de Luna.


La mayor satisfacción para los integrantes de este periplo es la acogida que reciben de los pobladores de estas intrincadas comunidades que crece cada vez más con la llegada de los integrantes de esta travesía artística.



“La primera vez que estuve en la Cruzada realicé mi tesis de graduación relacionada con el teatro infantil, trabajo que me motivó para que al regresar a mi país, establecer un proyecto de comunicación entre niños cubanos y belgas a través del teatro como vía para vencer las barreras idiomáticas”. Expresa la teatróloga belga Sophi the Wulf¨.


La Cruzada Teatral es acreedora del Premio Nacional de Cultura Comunitaria y la Distinción Iberoamericana Elena Gil que reconoce la calidad y ética humana de grupos, personalidades e instituciones, entre otros lauros, pero para los Cruzados el regalo mayor constituye el aplauso y agradecimiento del público que siempre los despide con un hasta el próximo año.

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